-Y yo siempre te voy a querer- le contesto él, mirándola con sus ojos fríos glaciales, muy seguro de lo que estaba diciendo, porque la gente como él no se enamora, ni jamás lo admite, pero cuando lo hace, es para toda la vida - a mi manera. Soy seco, despistado, orgulloso, despiadado, estoy lleno de defectos. Te haré daño, lo sabes y tú a mi. Pero jamás dejaras de hacer latir mi corazón.
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