Voy cruzando entre montañas, voy entrando al corazón punto rojo de las almas, entre la tierra y el sol. Entre todo y lo que falta, entre tus ojos y el amor, Entre la calma y lo que daña entre el abismo y la canción. Del acorde gris me fui cansando. Por rezarte tanto, me acerque al perdón. Y salí a enfrentar a mi propia voz, A seguir los rastros de un dios mejor. A viajar, sin tiempo, al sueño más profundo. Del mundo a la imaginación. El mundo gira y en un sueño se detiene el tiempo y la razón.
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